El Shofar que tocamos en Rosh Hashana, no se caracteriza por sus notas y acordes musicales sino es una voz simple y profunda. Esta voz simple representa nuestra voz del alma que debe manifestarse en estos días , asumiendo compromiso con el Creador , que esta lejos de los artilugios y solo quiere incondicionalmente unirse con Hashem.
Por eso leemos luego de la Tora la historia de Jana. Nos cuenta el profeta que ella rezo de una forma en la cual se podía ver mover sus labios pero su voz no se escuchaba, ya que era una voz simple que venia del corazón de una mujer afligida que quería unirse al Creador.
Que así como Hashem escucho la voz de Jana concediéndole su pedido, del mismo modo escuche nuestras plegarias.
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