“La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra El Eterno se irrita su corazón”. (Proverbio 19, 3)
Explican los Sabios: Hay gente que le va mal, y no sabe porque le va mal. Cuando se le explica que debe cambiar su proceder y reforzar en el camino de la Torá, se niega, “irritándose” luego por su suerte.
Pero la persona inteligente sabe que al proceder correctamente, y avanzar en el camino del bien, paulatinamente la bendición irá apareciendo, dejando de lado las quejas, y sollozos.
Contra el Eterno no hay que “irritarse”, en todo caso uno se debe “irritar” de su mal proceder.
Explican los Sabios: Hay gente que le va mal, y no sabe porque le va mal. Cuando se le explica que debe cambiar su proceder y reforzar en el camino de la Torá, se niega, “irritándose” luego por su suerte.
Pero la persona inteligente sabe que al proceder correctamente, y avanzar en el camino del bien, paulatinamente la bendición irá apareciendo, dejando de lado las quejas, y sollozos.
Contra el Eterno no hay que “irritarse”, en todo caso uno se debe “irritar” de su mal proceder.