
Explican los Sabios que el camino materialista y mundano es, en definitiva, de pesar y de suspiro, y es cuando se socava y se destruye el “Beit Hamikdash”, mientras que el camino espiritual, de Torá y Mitzvot es de júbilo y de alegría, llegando a su plenitud con la “construcción del Beit Hamikdash”, empezando por el nuestro.
Iacov “vivió en Egipto”, lugar de perversión y inmoralidad y justamente en ese lugar es que se dio cuenta que el camino de “Egipto” solo lleva a la tristeza y angustia.
¿Por qué creen que hoy más que nunca la gente se psicoanaliza? Porque el materialismo de hoy en día no lleva a la felicidad. Su limitación y vació lleva a la gente a la destrucción, mientras que el camino de la Torá, al ser infinito y espiritual, alegra a la persona y la hace feliz.
Por eso Iacov “vivió” justamente en “Egipto”, ya que si uno sigue el camino de la Torá, vivirá en forma feliz y saludable en donde este y pese a toda oscuridad.
Nos dice la Torá: “Pongo ante ti la vida y el bien y la muerte y el mal y elegirás la vida”. La vida es optar por el bien, eso es lo que nos va a dar tranquilidad y verdadero bienestar y muy pronto veremos Jerusalem reconstruida y toda la angustia y pesar, se convertirán en días de alegría, porque estaremos más cerca de Hashem.