Cuenta la parábola que una persona adinerada contrató a un gran pintor para que le dibuje una bella pintura. Para este fin le adelantó dinero y dispusieron el tiempo que le llevaría en concretar el trabajo. El artista, medio vago, no se ocupó mucho de su trabajo y en vez de pintar el cuadro, se dedicó a despilfarrar la plata que el rico le habia dado como parte de pago. Un tiempo previo al vencimiento del plazo, aparece el rico en la casa del pintor y ve que el trabajo prácticamente no había empezado. El pintor se puso las alcalinas y llegado el plazo entregó una pintura digna de reconocimiento...
Con esta parábola nuestros Sabios quieren ilustrar la época del año en la cual estamos viviendo: El año pasado fuimos al Shil y pedimos a Hashem que nos de un buen año. Hashem nos concedió vida, salud y sustento, algunos más a otros menos, pero con la condición que elaboremos una "linda pintura", es decir que concretemos el proyecto de hacer un mundo mejor por intermedio de obedecer las reglas espirituales. A decir verdad fuimos un poco fiacas, pero llega Elul, con su sonido del Shofar y el "rico" nos recuerda que debemos empezar a trabajar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario