Los Rebes jasídicos contaban una parábola: Había una vez un rey que invitó a su palacio a dos personas. Uno era inteligente y sofisticado y el otro era muy simple. Cuando entraron al palacio el primero quedó deslumbrado por la magnificencia del lugar y asombrado por la belleza del lugar, sin querer perderse nada, olvidó su cita con el rey. Mientras que el simple tenia aun sola cosa en mente: "El rey".
Con esto nos quieren significar la grandeza del rey, siendo la única forma de acercarse al "Rey".
Así nos dice esta semana en Shoftim: "Simple serás con Hashem tu Di-s"(8,13)
Nuestro patriarca Iakov fue galardonado por la Torá con los siguientes atributos: ""Iakov era un hombre simple, que se sentaba en tiendas (estudio de Torá)". Iakov era muy inteligente y perpicaz, de echo cuando tuvo que actuar con astucia sacandoles la primogenitura y las bendiciones a su hermano lo hizo, pero su simpleza antecedía a su picardía ya que entendía que a un D´-s Eterno e ilimitado la única forma de acceder es con una fe simple
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