"Y fijaron estos ocho días de Janucá para agradecer y alabar Tu gran Nombre" (De las plegarias)
Dicen los Sabios que la impureza “Griega” trata de ocultar el bien que se encuentra en cada persona.
Cuando la persona no es capaz de concentrarse en su lado positivo, comienza a deprimirse hasta alejarse completamente de la divinidad.
Fue por eso que la lucha de los Macabeos fue principalmente contra los Elenos, quienes eran los judíos que se habían asimilado, siendo afectados por dicha “Cáscara impura”.
La gesta de Matitiahu y sus hijos fue precisamente descubrir la intrínseca unión del pueblo de Israel con Dios a través de los Preceptos. Cuando esta unión se manifiesta no hay lugar al “Elenismo”, ya que la persona descubrirá lo placentero de su tradición, no teniendo necesidad de pastorear en campos ajenos.
Solo cuando se “agradece” por el enorme privilegio de pertenecer al pueblo elegido, se puede llegar a “Alabar” al Eterno.
En esencia la palabra “Iehudí” proviene de la palabra “Leodot” que significa “Agradecer”, y la palabra Israel proviene de la palabra “Shir Kel” que significa “El canto de Dios”.
Solo siendo agradecidos podremos servir a Dios con alegría, haciendo que la luz de Janucá ilumine en los sectores más ocultos de la personalidad.
Dicen los Sabios que la impureza “Griega” trata de ocultar el bien que se encuentra en cada persona.
Cuando la persona no es capaz de concentrarse en su lado positivo, comienza a deprimirse hasta alejarse completamente de la divinidad.
Fue por eso que la lucha de los Macabeos fue principalmente contra los Elenos, quienes eran los judíos que se habían asimilado, siendo afectados por dicha “Cáscara impura”.
La gesta de Matitiahu y sus hijos fue precisamente descubrir la intrínseca unión del pueblo de Israel con Dios a través de los Preceptos. Cuando esta unión se manifiesta no hay lugar al “Elenismo”, ya que la persona descubrirá lo placentero de su tradición, no teniendo necesidad de pastorear en campos ajenos.
Solo cuando se “agradece” por el enorme privilegio de pertenecer al pueblo elegido, se puede llegar a “Alabar” al Eterno.
En esencia la palabra “Iehudí” proviene de la palabra “Leodot” que significa “Agradecer”, y la palabra Israel proviene de la palabra “Shir Kel” que significa “El canto de Dios”.
Solo siendo agradecidos podremos servir a Dios con alegría, haciendo que la luz de Janucá ilumine en los sectores más ocultos de la personalidad.
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