9 Y un ángel de El Eterno le dijo: Regresa junto a tu ama, y sométete a su dominio. (Lej Lejá 16)
Explican los Sabios: A pesar de que la misma Sará fue quien recomendó a su marido de tomar a Hagar como esposa, es ella misma, Sará, quien la hecha de su casa.
El motivo fue que Hagar como esclava tenía un comportamiento humilde, pero ahora como esposa de Abraham tuvo orgullo y vanagloria, y por eso Sará la echó. Una vez lejos de la casa de Abraham un ángel le dijo que vuelva.
Sará la esposa de Abraham es el alma, en relación a Hagar que es el cuerpo, la “esclava”, sirviendo solo como medio para enaltecer el alma. El problema aparece cuando el cuerpo quiere dejar de ser “esclavo” para comenzar a ser amo y señor, queriendo que se vaya según sus caprichos.
El ángel divino le sugiere a Hagar, al cuerpo, que regrese pero con humildad, sabiendo su verdadero rol, para que de este modo haya una buena interacción entre el cuerpo y el alma.
El ángel le vaticina que iba a dar a luz a un hijo muy bravo, a Ishmael. El cuerpo es cuerpo, y no baja la guardia tan fácilmente, volviendo a la casa de Abraham con la seguridad de que iba a seguir luchando por sus caprichos.
Explican los Sabios: A pesar de que la misma Sará fue quien recomendó a su marido de tomar a Hagar como esposa, es ella misma, Sará, quien la hecha de su casa.
El motivo fue que Hagar como esclava tenía un comportamiento humilde, pero ahora como esposa de Abraham tuvo orgullo y vanagloria, y por eso Sará la echó. Una vez lejos de la casa de Abraham un ángel le dijo que vuelva.
Sará la esposa de Abraham es el alma, en relación a Hagar que es el cuerpo, la “esclava”, sirviendo solo como medio para enaltecer el alma. El problema aparece cuando el cuerpo quiere dejar de ser “esclavo” para comenzar a ser amo y señor, queriendo que se vaya según sus caprichos.
El ángel divino le sugiere a Hagar, al cuerpo, que regrese pero con humildad, sabiendo su verdadero rol, para que de este modo haya una buena interacción entre el cuerpo y el alma.
El ángel le vaticina que iba a dar a luz a un hijo muy bravo, a Ishmael. El cuerpo es cuerpo, y no baja la guardia tan fácilmente, volviendo a la casa de Abraham con la seguridad de que iba a seguir luchando por sus caprichos.
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