DE DÍA Y DE NOCHE

La Tora esta semana, Parshat Pinjas, nos cuenta sobre los korbanot, que se ofrendaban en el Beit Hamikdash. La primera mencionada es la ofrenda diaria que constaba de un cordero a la mañana y otro al atardecer. Por ser el primero en la lista de una gran cantidad de ofrendas encierra en si mismo mucho misterio.

Explican los Cabalistas lo siguiente: La ofrenda era consumida totalmente en el altar de Hashem, esto en principio nos habla de la entrega que debemos tener dejándonos ser consumidos totalmente por el fuego divino de amor a Hashem.

Uno de los corderos era ofrecido de día, aludiendo que nuestra devoción tiene que ser en momentos de “luz” en nuestra vida. El otro cordero era ofrecido al atardecer enseñándonos que incluso en los momentos que no brilla la luz de Hashem en nuestra vida, debemos saber enfrentar los desafíos, entendiendo que son oportunidades para el crecimiento, no claudicando y esta es la prueba si la persona sigue en su fe.

El mismo concepto lo encontramos en la plegaria de Shema Israel, que debe recitarse al acostarnos y al levantarnos, aludiendo que nuestra fe en la unicidad de Hashem es a la “mañana” e incluso a la “noche”.