Estando a pocos días de Iom Kipur sería interesante mencionar el paralelismo que hacen nuestros Sabios entre las festividades judías y la persona.
La relación entre Hashem y el pueblo de Israel es comparada en la literatura cabalística, con la relación entre Hashem que es el novio y el sagrado pueblo de Israel que es la novia.
Deberíamos saber que para que una pareja funcione los novios previo al acto de casamiento deben reflexionar y tener en claro lo que quieren, de esta manera podrán afrontar todos las circunstancias de la vida con fe, alegría y optimismo, siendo cada prueba un motivo de fusión de las almas de los conyugues.
No pasa lo mismo hoy en día que los jóvenes toman a las relaciones de parejas como un mero pasatiempo de carácter sexual, terminando dichas relaciones en el fracaso, como lamentablemente escuchamos en los últimos tiempos, fuera de los círculos observantes.
Iom Kipur es el llamado a la reflexión y subsiguientemente, Sucot es la Jupá, palio nupcial, para ingresar a posterior a Simjat Torá, con alegría plena y genuina para todo el año.
Donde hay balance al principio, hay algarabía al final, pero donde hay cháchara al comiezo, hay dolor, tristeza y angustia al final.
La relación entre Hashem y el pueblo de Israel es comparada en la literatura cabalística, con la relación entre Hashem que es el novio y el sagrado pueblo de Israel que es la novia.
Deberíamos saber que para que una pareja funcione los novios previo al acto de casamiento deben reflexionar y tener en claro lo que quieren, de esta manera podrán afrontar todos las circunstancias de la vida con fe, alegría y optimismo, siendo cada prueba un motivo de fusión de las almas de los conyugues.
No pasa lo mismo hoy en día que los jóvenes toman a las relaciones de parejas como un mero pasatiempo de carácter sexual, terminando dichas relaciones en el fracaso, como lamentablemente escuchamos en los últimos tiempos, fuera de los círculos observantes.
Iom Kipur es el llamado a la reflexión y subsiguientemente, Sucot es la Jupá, palio nupcial, para ingresar a posterior a Simjat Torá, con alegría plena y genuina para todo el año.
Donde hay balance al principio, hay algarabía al final, pero donde hay cháchara al comiezo, hay dolor, tristeza y angustia al final.
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