
Les cuento un concepto que considero importante, que escuché en un farbrenguen en seven seventy (770), a altas horas de la madrugada al regresar del banquete:
Cuando se juntan Iehudim y dicen Lejaim producen y provocan en el cielo un tumulto y un revuelo tan grande, que puede ser capaz de anular malos decretos que incluso los ángeles no son capaces de revocar. ¿Por qué?
Porque los ángeles están muy limitados y es sabido que el ángel de la bondad nunca puede llegar a conciliar con el ángel de la severidad, ya que cada uno tiene su misión especifica, pero en cambio una persona acá en la tierra tiene la capacidad de armonizar los diferentes poderes de su alma, trayendo acuerdo entre ellos y así conciliar con el prójimo.
El Talmud dice que así como los rostros de las personas son diferentes así también sus ideas. Cada uno tiene una diferente interpretación de la realidad basado en su experiencia y sus vivencias.
Por otro lado esta escrito con respecto a la entrega de la Torá que todos estaban mancomunados como una persona con un solo “corazón”. Porque a pesar de que las ideas pueden ser diferentes e inclusos uno puede estar en desacuerdo en la apreciación de la realidad de su prójimo, de todos modos en el “corazón” debe siempre existir un sentimiento de armonía y unidad.
Cierto Rebe dijo a sus discípulos antes de partir de este mundo: “Yo me voy para arriba pero la unidad entre ustedes traerá al Mashiaj…"
Cuando alguien entra en armonía con su prójimo, a pesar de las diferencias ideológicas, esto habla de su apertura mental.
Lejaim.
Cuando se juntan Iehudim y dicen Lejaim producen y provocan en el cielo un tumulto y un revuelo tan grande, que puede ser capaz de anular malos decretos que incluso los ángeles no son capaces de revocar. ¿Por qué?
Porque los ángeles están muy limitados y es sabido que el ángel de la bondad nunca puede llegar a conciliar con el ángel de la severidad, ya que cada uno tiene su misión especifica, pero en cambio una persona acá en la tierra tiene la capacidad de armonizar los diferentes poderes de su alma, trayendo acuerdo entre ellos y así conciliar con el prójimo.
El Talmud dice que así como los rostros de las personas son diferentes así también sus ideas. Cada uno tiene una diferente interpretación de la realidad basado en su experiencia y sus vivencias.
Por otro lado esta escrito con respecto a la entrega de la Torá que todos estaban mancomunados como una persona con un solo “corazón”. Porque a pesar de que las ideas pueden ser diferentes e inclusos uno puede estar en desacuerdo en la apreciación de la realidad de su prójimo, de todos modos en el “corazón” debe siempre existir un sentimiento de armonía y unidad.
Cierto Rebe dijo a sus discípulos antes de partir de este mundo: “Yo me voy para arriba pero la unidad entre ustedes traerá al Mashiaj…"
Cuando alguien entra en armonía con su prójimo, a pesar de las diferencias ideológicas, esto habla de su apertura mental.
Lejaim.
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