4 Iaacov envió mensajeros delante de él a su hermano Esav , a la tierra de Seir, el campo de Edom. 5 Y les ordenó, diciendo: «Así diréis: A mi señor, a Esav, así dijo tu sirviente Iaacov: he habitado junto a Labán y he permanecido allí hasta ahora. 6 Poseo buey y asno, oveja, sirviente y sirvienta, y envío a decirle esto a mi señor para hallar gracia en tus ojos». (Vaishlaj 32)
Iacov manda a decir a Esav que tiene bueyes y asnos, pero de ningún modo menciona que tiene camellos, siendo que la Torá atestigua que Iacov tenía camellos, como esta escrito: 8 “Iaacov temió mucho y esto lo intranquilizó. Dividió en dos campamentos a la gente que se hallaba con él y a las ovejas, al ganado vacuno y a los camellos”. (Vaishlaj 32). ¿Por qué Iakov omíte a su hermano los camellos?
El buey es un animal Kasher, que es rumiante y posee pezuñas partidas en sus patas, y el asno no es rumiante y no tiene pezuña partida. Pero el camello es rumiante pero no tiene pezuñas partidas, con esto le quiere insinuar, a su hermano su hipocresía, que dista de la verdad, ya que tiene entremezclado entre si los signos Kasher y no Kasher a la vez.
También Esav es comparado al cerdo que tiene pezuña partida pero no es rumiante. Esav por un lado respetaba a su padre, pero por otro lado era un depravado, por un lado se hacia el gran Tzadik y por otro era realmente un impuro.
Explican nuestros Sabios que todas las señales de pureza e impureza tienen efecto en el ser humano. El ser rumiante nos habla de la humildad, ya que al masticar varias veces el mismo alimento, sin necesidad de estar enfrascado en buscar siempre más y más lo hace un ser satisfecho con poco, mientras que la pezuña partida nos habla de un corte, sabiendo diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo puro y lo impuro y entre lo permitido y lo prohibido, a contraposición a los animales de pezuña no partida que nos sugiere que todo da igual.
Iacov le insinua a Esav que cambie de senda y que se decidida de una buena vez por todas a mejorar.
Iacov manda a decir a Esav que tiene bueyes y asnos, pero de ningún modo menciona que tiene camellos, siendo que la Torá atestigua que Iacov tenía camellos, como esta escrito: 8 “Iaacov temió mucho y esto lo intranquilizó. Dividió en dos campamentos a la gente que se hallaba con él y a las ovejas, al ganado vacuno y a los camellos”. (Vaishlaj 32). ¿Por qué Iakov omíte a su hermano los camellos?
El buey es un animal Kasher, que es rumiante y posee pezuñas partidas en sus patas, y el asno no es rumiante y no tiene pezuña partida. Pero el camello es rumiante pero no tiene pezuñas partidas, con esto le quiere insinuar, a su hermano su hipocresía, que dista de la verdad, ya que tiene entremezclado entre si los signos Kasher y no Kasher a la vez.
También Esav es comparado al cerdo que tiene pezuña partida pero no es rumiante. Esav por un lado respetaba a su padre, pero por otro lado era un depravado, por un lado se hacia el gran Tzadik y por otro era realmente un impuro.
Explican nuestros Sabios que todas las señales de pureza e impureza tienen efecto en el ser humano. El ser rumiante nos habla de la humildad, ya que al masticar varias veces el mismo alimento, sin necesidad de estar enfrascado en buscar siempre más y más lo hace un ser satisfecho con poco, mientras que la pezuña partida nos habla de un corte, sabiendo diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo puro y lo impuro y entre lo permitido y lo prohibido, a contraposición a los animales de pezuña no partida que nos sugiere que todo da igual.
Iacov le insinua a Esav que cambie de senda y que se decidida de una buena vez por todas a mejorar.
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