
En esa sección la Torá habla sobre la muerte de los sagrados hijos de Aharón, que dejaron su existencia terrenal santificando su vida en el Santuario de Hashem.
A continuación la Torá nos cuenta la reacción de Aharón, su padre, al escuchar la trágica noticia: “Aharón guardó silencio”.
Es decir que hay veces que las palabras sobran y que hay cosas que no se pueden explicar con palabras y que escapa a nuestro sano juicio, y solo nos queda aferrarnos a la fe, y que Hashem tiene sus planes.
Hace muchos años, en el comienzo del liderazgo del Rebe hubo una tragedia en Israel donde fueron abatidos algunos jasidim del Rebe y el Rebe instó a fortalecer y engrandecer todos los lugares de Torá, y en la práctica se vió que el despegue de las actividades de Jabad en forma más intensiva comenzó después de esos sucesos.
Es por eso que nosotros sabemos que la oscuridad se combate con luz y todo esto nos tiene que dar fuerza para incrementar en nuestras actividades, y muy pronto veremos la llegada del Mashiaj y estos Tzadikim al frente.
Por lo pronto el padre y la madre de la esposa del Rabino, abatidos por los terroristas, acaba de declarar que el y su señora seguirán la tarea de su hija y yerno, para que no se pierda la obra comenzada por ellos.
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