Les quiero contar algo:
Este Shabat pasado tenía invitados que avisaron a último momento que no podían venir. Ya era la hora que empezaba Shabat e hice algo inusual en mi. Llamé a otras personas para que vengan a pasar Shabat con nosotros en mi casa, unos minutos antes que empiece el Shabat, ya que ¿Cómo iba a pasar Shabat sin invitados, siendo que Gaby y Rivky dieron la vida, justamente por esto?
Baruj Hashem hubo en la noche del viernes más de quince invitados, entre la gente que invité telefónicamente y la gente que invité del Shil. Cuando llegué a mi casa, un invitado me preguntó: ¿No te parece que es demasiado? Y yo le contesté: El jueves se proyectó un video de Gaby y Rivky, en donde Rivky decía cuando alguien le preguntaba sobre porque cocinaba tanto para sus invitados: ¿Para que nosotros estamos acá?
En la mesa de Shabat, se me ocurrió una idea: Le dije a cada uno de los invitados que cuente algo de la Torá o alguna experiencia personal, como lo hacía Gaby en su mesa, y realmente fue bellísimo ver como dentro de cada uno de nosotros hay una fe clara y simple en el Di-s de Israel. Con decirles que la predica del Shabat a la mañana se la debo a mi Moishele, que contó lo que el Moré le había contado en el Jeider.
Espero seguir con esta hermosa costumbre y tratar que el sacrificio de estos Tzadikim no haya sido en vano.
Este Shabat pasado tenía invitados que avisaron a último momento que no podían venir. Ya era la hora que empezaba Shabat e hice algo inusual en mi. Llamé a otras personas para que vengan a pasar Shabat con nosotros en mi casa, unos minutos antes que empiece el Shabat, ya que ¿Cómo iba a pasar Shabat sin invitados, siendo que Gaby y Rivky dieron la vida, justamente por esto?
Baruj Hashem hubo en la noche del viernes más de quince invitados, entre la gente que invité telefónicamente y la gente que invité del Shil. Cuando llegué a mi casa, un invitado me preguntó: ¿No te parece que es demasiado? Y yo le contesté: El jueves se proyectó un video de Gaby y Rivky, en donde Rivky decía cuando alguien le preguntaba sobre porque cocinaba tanto para sus invitados: ¿Para que nosotros estamos acá?
En la mesa de Shabat, se me ocurrió una idea: Le dije a cada uno de los invitados que cuente algo de la Torá o alguna experiencia personal, como lo hacía Gaby en su mesa, y realmente fue bellísimo ver como dentro de cada uno de nosotros hay una fe clara y simple en el Di-s de Israel. Con decirles que la predica del Shabat a la mañana se la debo a mi Moishele, que contó lo que el Moré le había contado en el Jeider.
Espero seguir con esta hermosa costumbre y tratar que el sacrificio de estos Tzadikim no haya sido en vano.
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