
Explican nuestros Sabios que el “Manto del Efod” traía expiación por los pecados de habladurías.
Sobre los Tzitzit (Manto flecado) esta escrito: “Habla a los hijos de Israel y diles que hagan para sí flecos en las puntas de sus prendas en todas sus generaciones, y que adosen al fleco de cada punta un hilo azul celeste (Tejelet) (Debarim 11)
¿Por qué debía ser el hilo azul celeste? El azul celeste recuerda a la persona el mar y el mar nos recuerda que existen los límites, ya que no va más allá de donde le fue ordenado, así también la persona al usar el “Manto flecado” debe recordar de anteponer el deber ante su Creador, observando los Preceptos.
De igual manera, “El Manto del Efod” que los Sacerdotes vestían, nos debe hacer recordar que así como el mar tiene sus límites, del mismo modo la persona debe contenerse y no hablar mal del prójimo.
Nuestros Sabios aprenden otra cosa del azul celeste de los Tzitzit: El hilo azul celeste nos debería hacer meditar sobre el cielo y el cielo nos debería hacer meditar sobre el Trono celestial, debiendo provocar en la persona el anhelo por apegarse a su fuente divina y no transgredir los dictámenes celestiales.
De igual manera, “El manto del Efod” nos debe llevar a recordar que hay “Alguien” en el Cielo que nos esta mirando, teniendo que cerrar la boca.
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