6 Dijo Dios: «Que haya un firmamento en medio de las aguas y que separe las aguas de las aguas». 7 Así Dios hizo el firmamento y separó las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que estaban por encima del firmamento. Y así fue. 8 Dios llamó al firmamento «Cielo». Y fue de tarde, y fue de mañana, el segundo día.
Solo en el segundo día, al separar las aguas superiores de las aguas inferiores la Torá no menciona que ese día fue “Bueno”, para enseñarnos que la separación de una misma cosa nunca es buena.
Pero al separar la luz de la oscuridad, dos cosas diferentes e incluso antagónicas, Dios pudo apreciar que si era buena, como esta escrito: 17 Y Dios las colocó en el firmamento del cielo para que den luz sobre la tierra, 18 para que dominen de día y de noche, y para que separen la luz de la oscuridad. Y Dios vio que era bueno. (Bereshit 1)
La separación y diferencias entre hermanos, nunca es buena, mientras que separar y tener en claro la diferencia entre “luz” y “oscuridad” es de vital importancia.
Solo en el segundo día, al separar las aguas superiores de las aguas inferiores la Torá no menciona que ese día fue “Bueno”, para enseñarnos que la separación de una misma cosa nunca es buena.
Pero al separar la luz de la oscuridad, dos cosas diferentes e incluso antagónicas, Dios pudo apreciar que si era buena, como esta escrito: 17 Y Dios las colocó en el firmamento del cielo para que den luz sobre la tierra, 18 para que dominen de día y de noche, y para que separen la luz de la oscuridad. Y Dios vio que era bueno. (Bereshit 1)
La separación y diferencias entre hermanos, nunca es buena, mientras que separar y tener en claro la diferencia entre “luz” y “oscuridad” es de vital importancia.
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