21 Israel le dijo a Iosef… 22 En cuanto a mí, os he dado Shejem, una porción más que a vuestros hermanos (Vaiejí 48)
Explica la Kabala: Iosef recibió la primogenitura obteniendo “Una porción más que sus hermanos”, tal como lo establece la ley del primogénito.
La “Primogenitura”, lo primordial y principal, es saber el misterio que encierra la plegaria.
La plegaria, el arma capaz de lograrlo todo, consta de dos factores fundamentales: Reconocer la grandeza del Creador, para luego pedir por las necesidades del ser humano.
Por eso encontramos que Iosef tuvo dos hijos, Menashé y Efraim, como está escrito: 51 Iosef llamó al primogénito Menashe, pues Dios me hizo olvidar todas mis penurias y toda la familia de mi padre. 52 Y el nombre del segundo hijo era Efraim, pues Dios me hizo fructífero en la tierra de mi aflicción (Miketz 41)
Menashé es “Olvidarse” de uno mismo, reconociendo la grandeza del Creador, para luego hacer “Nacer” a “Efraím” comenzando a ser “Fructífero en la tierra”, obteniendo todas las necesidades.
Iosef nos muestra el camino para que sepamos orientar nuestras plegarias alabando al Eterno, para luego abocarnos a pedir por las necesidades personales.
Explica la Kabala: Iosef recibió la primogenitura obteniendo “Una porción más que sus hermanos”, tal como lo establece la ley del primogénito.
La “Primogenitura”, lo primordial y principal, es saber el misterio que encierra la plegaria.
La plegaria, el arma capaz de lograrlo todo, consta de dos factores fundamentales: Reconocer la grandeza del Creador, para luego pedir por las necesidades del ser humano.
Por eso encontramos que Iosef tuvo dos hijos, Menashé y Efraim, como está escrito: 51 Iosef llamó al primogénito Menashe, pues Dios me hizo olvidar todas mis penurias y toda la familia de mi padre. 52 Y el nombre del segundo hijo era Efraim, pues Dios me hizo fructífero en la tierra de mi aflicción (Miketz 41)
Menashé es “Olvidarse” de uno mismo, reconociendo la grandeza del Creador, para luego hacer “Nacer” a “Efraím” comenzando a ser “Fructífero en la tierra”, obteniendo todas las necesidades.
Iosef nos muestra el camino para que sepamos orientar nuestras plegarias alabando al Eterno, para luego abocarnos a pedir por las necesidades personales.
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