Todos tus mandamientos son fe (Emuna) (Salmo 119, 86)
La única manera de ser percatado en todos y cada uno de los Preceptos es por intermedio de reforzar la “Fe”.
Si una persona no cree en la eternidad de la Torá y en la retribución por su cumplimiento, ¿Cómo se aprestará a la realización de los Mandamientos?
Y por el contrario, cuanto más la persona toma conciencia de la veracidad de la Torá, despertará dentro de él una gran voluntad para su realización.
Por eso dice el Salmo que “Todos” los Mandamientos son “Fe”, ya que de la “Fe” depende la observancia de la Ley.
El instinto del mal hace creer a la persona que determinado Precepto no es para el, pero al imbuirse de fe despertará una fuerza interior contra la mala inclinación y logrará cumplir e incluso embellecer cada Mitzvá.
La única manera de ser percatado en todos y cada uno de los Preceptos es por intermedio de reforzar la “Fe”.
Si una persona no cree en la eternidad de la Torá y en la retribución por su cumplimiento, ¿Cómo se aprestará a la realización de los Mandamientos?
Y por el contrario, cuanto más la persona toma conciencia de la veracidad de la Torá, despertará dentro de él una gran voluntad para su realización.
Por eso dice el Salmo que “Todos” los Mandamientos son “Fe”, ya que de la “Fe” depende la observancia de la Ley.
El instinto del mal hace creer a la persona que determinado Precepto no es para el, pero al imbuirse de fe despertará una fuerza interior contra la mala inclinación y logrará cumplir e incluso embellecer cada Mitzvá.
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