"Debes confiar en Dios. Dedícate a hacer el bien" (Salmo 37, 3)
La persona no debe preocuparse por el sustento, o por otras cosas de índole material, solo debe “Confiar en Dios”, y Su misericordia, “haciendo el bien” y lo correcto.
La persona no debe menospreciarse pensando que el es indigno de recibir de las bondades del Eterno, ya que Dios maneja su mundo con abundante misericordia, otorgando a sus criaturas todas las necesidades.
La verdadera confianza en El Eterno es obrar correctamente según los parámetros de la Torá y confiar en Su abundante clemencia.
La persona no debe preocuparse por el sustento, o por otras cosas de índole material, solo debe “Confiar en Dios”, y Su misericordia, “haciendo el bien” y lo correcto.
La persona no debe menospreciarse pensando que el es indigno de recibir de las bondades del Eterno, ya que Dios maneja su mundo con abundante misericordia, otorgando a sus criaturas todas las necesidades.
La verdadera confianza en El Eterno es obrar correctamente según los parámetros de la Torá y confiar en Su abundante clemencia.
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