18 Pero Malkitzedek, rey de Shalem, llevó pan y vino; él era sacerdote de Dios, el Supremo. 19 Él lo bendijo, diciendo: Bendito es Abram de Dios, el Supremo, Hacedor del cielo y de la tierra; 20 y bendito es Dios, el Supremo…22 Abram le dijo al rey de Sodoma: Levanto mi mano hacia “El Eterno”, Dios, el Supremo, Hacedor del cielo y de la tierra (Lej Lejá 14)
Explican los Sabios: Hay una sutil diferencia entre la perspectiva de Malkitzedek y la perspectiva de nuestro patriarca Abraham en referencia a la divinidad.
Para Malkitzedek Dios es “El Supremo, Hacedor del cielo y de la tierra”, mientras que para Abraham Dios es ““El Eterno”, Dios, el Supremo, Hacedor del cielo y de la tierra”.
Para la concepción de Malkitzedek, Dios es el Creador del cielo y de la tierra, pero el ser humano tiene libertad de acción, originando resultados diferentes a lo dispuesto por Dios.
Pero para Abraham, el libre albedrío de las personas no contradice el resultado final de las cosas, siendo siempre digitado y supervisado por Dios, ya que El es “El Eterno”, quien logra siempre Sus objetivos.
Explican los Sabios: Hay una sutil diferencia entre la perspectiva de Malkitzedek y la perspectiva de nuestro patriarca Abraham en referencia a la divinidad.
Para Malkitzedek Dios es “El Supremo, Hacedor del cielo y de la tierra”, mientras que para Abraham Dios es ““El Eterno”, Dios, el Supremo, Hacedor del cielo y de la tierra”.
Para la concepción de Malkitzedek, Dios es el Creador del cielo y de la tierra, pero el ser humano tiene libertad de acción, originando resultados diferentes a lo dispuesto por Dios.
Pero para Abraham, el libre albedrío de las personas no contradice el resultado final de las cosas, siendo siempre digitado y supervisado por Dios, ya que El es “El Eterno”, quien logra siempre Sus objetivos.
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