7 He aquí que estábamos atando gavillas en medio del campo cuando he aquí que mi gavilla se alzó y se quedó parada (Vaieshev 37)
Está escrito: La casa de Iaacov será fuego y la casa de Iosef una llama. Y la casa de Esav paja que la encenderán y la consumirán. (Ovadiá 1)
Explica la Kabala: “La casa de Esav” será consumida por “La casa de Iosef”.
Mientras que Esav se compara a la paja, Iosef se compara con “gavillas”. La paja es innecesaria e inconsistente, mientras que las gavillas son necesarias para consumo.
Las gavillas de Iosef estaban “atadas” aludiendo a que todo el trabajo de la persona debe ser hacia una solo dirección, tratando de unificar toda la labor hacia El Dios Único. Dichas “Gavillas” se “quedaban paradas” hablándonos de lo perdurable y consistente de la labor.
En cambio, la “paja” de Esav no solo que no es productiva sino que no se unifica y no es consistente.
Cuando la persona hace su tarea unificando todo lo material hacia un objetivo superior, se pasa al segundo sueño de Iosef: 9 He aquí que tuve otro sueño: He aquí que el sol, la luna, y once estrellas se inclinaban ante mí (Vaieshev 37). Todos los cuerpos “Celestiales” se “Inclinan” para bendecirlo.
Iosef es el encargado de derrotar la vulgaridad de Esav.
Está escrito: La casa de Iaacov será fuego y la casa de Iosef una llama. Y la casa de Esav paja que la encenderán y la consumirán. (Ovadiá 1)
Explica la Kabala: “La casa de Esav” será consumida por “La casa de Iosef”.
Mientras que Esav se compara a la paja, Iosef se compara con “gavillas”. La paja es innecesaria e inconsistente, mientras que las gavillas son necesarias para consumo.
Las gavillas de Iosef estaban “atadas” aludiendo a que todo el trabajo de la persona debe ser hacia una solo dirección, tratando de unificar toda la labor hacia El Dios Único. Dichas “Gavillas” se “quedaban paradas” hablándonos de lo perdurable y consistente de la labor.
En cambio, la “paja” de Esav no solo que no es productiva sino que no se unifica y no es consistente.
Cuando la persona hace su tarea unificando todo lo material hacia un objetivo superior, se pasa al segundo sueño de Iosef: 9 He aquí que tuve otro sueño: He aquí que el sol, la luna, y once estrellas se inclinaban ante mí (Vaieshev 37). Todos los cuerpos “Celestiales” se “Inclinan” para bendecirlo.
Iosef es el encargado de derrotar la vulgaridad de Esav.
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