25 Iaacov se quedó solo y un hombre luchó con él hasta el amanecer. 26 Cuando vio que no podría vencerlo, tocó la coyuntura superior del muslo; de modo que Iaacov se dislocó la cadera en su forcejeo con el hombre. (Vaishlaj 32)
Explican los Sabios que Iaacov volvió a buscar unas vasijas pequeñas que se había olvidado, poniendo su vida en peligro.
Explica la Kabala que estas “Vasijas pequeñas” son las almas de las personas que cayeron muy bajo atrapadas por el mal, siendo “Recipientes vacíos” de bien.
Iaacov regresó a buscarlas porque un verdadero Tzadik sabe que no se debe despreciar a nadie, debiendo ayudar a la gente a “Llenar su vasija”.
El instinto del mal, “El ángel de Esav”, quien fue el que luchó contra Iaacov, se interpone en el camino, ya que el sabe la importancia de que cada persona “Llene su vasija” por más “pequeña” que sea.
Explican los Sabios que Iaacov volvió a buscar unas vasijas pequeñas que se había olvidado, poniendo su vida en peligro.
Explica la Kabala que estas “Vasijas pequeñas” son las almas de las personas que cayeron muy bajo atrapadas por el mal, siendo “Recipientes vacíos” de bien.
Iaacov regresó a buscarlas porque un verdadero Tzadik sabe que no se debe despreciar a nadie, debiendo ayudar a la gente a “Llenar su vasija”.
El instinto del mal, “El ángel de Esav”, quien fue el que luchó contra Iaacov, se interpone en el camino, ya que el sabe la importancia de que cada persona “Llene su vasija” por más “pequeña” que sea.
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