"¿Por qué ha de quejarse el hombre viviente? ¡A causa de sus mismos pecados!" (Lamentaciones 3, 39)
Cuando la preocupación y angustia invaden al ser humano, debe recordar que todo el mal y la falta de luz en su vida son “¡A causa de sus mismos pecados!”.
La persona debe despojarse de la preocupación que lo perturba para andar por la vida, y en su lugar debe preguntarse cual es la raíz de su pesar, y sin lugar a dudas que al rectificar su accionar verá bendición y éxito en todos sus emprendimientos.
Está escrito: 6 Iosef llegó a ellos a la mañana. Los vio y he aquí que se hallaban perturbados. (Vaieshev 40)
El Tzadik es aquella persona que se acerca a la gente para sacarlos de la “perturbación” que no deja pensar con claridad. La perturbación entristece a la persona, sin saber como proceder, y es a causa de no indagar en las acciones.
Está escrito: “¿Por qué tienes mal semblante y no te hayas enfermo (Nehemías 2,2)”. La preocupación por lo material, abate al cuerpo hasta enfermarlo.
En definitiva, solo al indagar sobre el proceder para con Dios, libra a la persona de la preocupación perniciosa que destruye.
Cuando la preocupación y angustia invaden al ser humano, debe recordar que todo el mal y la falta de luz en su vida son “¡A causa de sus mismos pecados!”.
La persona debe despojarse de la preocupación que lo perturba para andar por la vida, y en su lugar debe preguntarse cual es la raíz de su pesar, y sin lugar a dudas que al rectificar su accionar verá bendición y éxito en todos sus emprendimientos.
Está escrito: 6 Iosef llegó a ellos a la mañana. Los vio y he aquí que se hallaban perturbados. (Vaieshev 40)
El Tzadik es aquella persona que se acerca a la gente para sacarlos de la “perturbación” que no deja pensar con claridad. La perturbación entristece a la persona, sin saber como proceder, y es a causa de no indagar en las acciones.
Está escrito: “¿Por qué tienes mal semblante y no te hayas enfermo (Nehemías 2,2)”. La preocupación por lo material, abate al cuerpo hasta enfermarlo.
En definitiva, solo al indagar sobre el proceder para con Dios, libra a la persona de la preocupación perniciosa que destruye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario