“Los hijos han llegado a la última etapa del parto y no hay fuerza para dar a luz” (Isaías 37,3)
Explica la Kabala: Cuando la mujer va con sus propias fuerzas para dar a luz, se le hace todo complicado, pero cuando se es capaz de llegar al nivel de “No hay”, sumisión total al Eterno, sabiendo que la fuerza no es de uno sino de Hashem, entonces, aparecen la “Fuerza para dar a luz”.
Dicha meditación le apareció a una sagrada mujer en el momento de un difícil parto, y luego de la misma las verdaderas fuerzas aparecieron para dar a luz un sano bebe.
Como dice el famoso Salmo: “¿De donde vendrá mi ayuda? Mi ayuda vendrá con El Eterno” (Salmo 22). Cuando uno no sabe ya de donde sacar fuerzas, reconociendo que las fuerzas las otorga El Eterno, al punto de que se pregunta, ya que humanamente se ve uno incapacitado de soportar, entonces, “Mi ayuda vendrá con El Eterno”…
Quizás este sea uno de los motivos por el cual aconsejaba el Rebe llevar dicho Salmo a las mujeres para dar a luz.
Explica la Kabala: Cuando la mujer va con sus propias fuerzas para dar a luz, se le hace todo complicado, pero cuando se es capaz de llegar al nivel de “No hay”, sumisión total al Eterno, sabiendo que la fuerza no es de uno sino de Hashem, entonces, aparecen la “Fuerza para dar a luz”.
Dicha meditación le apareció a una sagrada mujer en el momento de un difícil parto, y luego de la misma las verdaderas fuerzas aparecieron para dar a luz un sano bebe.
Como dice el famoso Salmo: “¿De donde vendrá mi ayuda? Mi ayuda vendrá con El Eterno” (Salmo 22). Cuando uno no sabe ya de donde sacar fuerzas, reconociendo que las fuerzas las otorga El Eterno, al punto de que se pregunta, ya que humanamente se ve uno incapacitado de soportar, entonces, “Mi ayuda vendrá con El Eterno”…
Quizás este sea uno de los motivos por el cual aconsejaba el Rebe llevar dicho Salmo a las mujeres para dar a luz.
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