4 Se trasladaron del Monte Hor por la ruta del Mar Rojo para circundar la tierra de Edom y el espíritu del pueblo se impacientó en el camino. (Jukat 21)
Explica el Baal Shem Tov: “El espíritu” de la persona, se “impacienta”, se perturba, a causa del “camino”, de este mundo lleno de dificultades.
Pero cuando se sabe que el “camino” es un aprendizaje constante, siendo todo para bien, eso mismo trae “tranquilidad” y paz.
La persona por este mundo, por este “camino”, al vivir perturbado pierde todos los beneficios del mismo, y los beneficios del mundo venidero.
Pero cuando se sabe que todo el objetivo del camino es templar el alma, la persona vive una vida plena de bendición en este mundo y en el otro.
Explica el Baal Shem Tov: “El espíritu” de la persona, se “impacienta”, se perturba, a causa del “camino”, de este mundo lleno de dificultades.
Pero cuando se sabe que el “camino” es un aprendizaje constante, siendo todo para bien, eso mismo trae “tranquilidad” y paz.
La persona por este mundo, por este “camino”, al vivir perturbado pierde todos los beneficios del mismo, y los beneficios del mundo venidero.
Pero cuando se sabe que todo el objetivo del camino es templar el alma, la persona vive una vida plena de bendición en este mundo y en el otro.
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