8 El Faraón le dijo a Iaacov: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida? 9 Iaacov le respondió al Faraón: Los días de los años de mi residencia han sido ciento treinta años. Pocos y malos fueron los días de los años de mi vida… (Vaigash 47)
Pregunta el Rebe: ¿Ciento treinta años son pocos años?
Explican los Sabios: El objetivo del mundo es la paz universal, que verá su concreción con la llegada de la redención.
Todo el tiempo que la redención no aparece, todo es malo, todo es poco. Todo es malo porque falta el verdadero bien, la paz y armonía universal. Todo es poco en comparación a la vida eterna que traerá la ansiada redención.
En definitiva, se debe trabajar incansablemente para que la bondad se expanda en el mundo, sabiendo que todo el tiempo que hay confusión en la tierra, el mundo sigue siendo “malo”, sigue siendo “poco”, sin eternidad.
Iaacov le dice al “Faraón”, al mundo, que debe ser redimido a través de traer bondad y eternidad al mismo.
Pregunta el Rebe: ¿Ciento treinta años son pocos años?
Explican los Sabios: El objetivo del mundo es la paz universal, que verá su concreción con la llegada de la redención.
Todo el tiempo que la redención no aparece, todo es malo, todo es poco. Todo es malo porque falta el verdadero bien, la paz y armonía universal. Todo es poco en comparación a la vida eterna que traerá la ansiada redención.
En definitiva, se debe trabajar incansablemente para que la bondad se expanda en el mundo, sabiendo que todo el tiempo que hay confusión en la tierra, el mundo sigue siendo “malo”, sigue siendo “poco”, sin eternidad.
Iaacov le dice al “Faraón”, al mundo, que debe ser redimido a través de traer bondad y eternidad al mismo.
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