32 Pues tu sirviente se hizo garante por el joven… (Vaigash 44)
Iehudá estuvo dispuesto a dar su vida para recuperar a Biniamín.
Explica la Kabala: “Iehudá y Biniamín” siempre deben “estar juntos”, y por eso Iehudá es “garante” de modo de no separarse uno del otro.
El Altar en el sagrado Templo de Jerusalém estaba situado en la porción perteneciente a “Iehudá y Biniamín”.
“Iehudá” representa la acción, el reinado, mientras que “Biniamín” representa la bondad, como su propio nombre lo indica “Ben Iamín”, “hijo de la derecha”.
La “acción”, “Iehudá”, debe siempre estar unida al “lado derecho” de la fe y la bondad, y esta es la manera de erigir un Santuario para El Eterno.
“Iosef”, hermano de Biniamín, representa el apartarse del mal, ya que el se apartó de la mujer malvada que quería seducirlo, pero “Biniamín” no guarda relación con lo negativo, sino que su conducta es siempre hacer el bien de modo que el mal desaparezca automáticamente.
Biniamín fue el único hijo de Iaacov que no se arrodilló delante de Esav, ya que todavía no había nacido, y fue el único hijo de Iaacov que nació en la tierra de Israel, teniendo el mérito de que la presencia divina more en su territorio.
“Iehudá” está unido a “Biniamín” para hacer que la presencia divina resida en el mundo. Dicha presencia divina, no mora solo al apartarse del mal, sino que principalmente mora cuando la acción va acompañada de la luz de la bondad, de modo de que la oscuridad se disipe por si misma.
Iehudá estuvo dispuesto a dar su vida para recuperar a Biniamín.
Explica la Kabala: “Iehudá y Biniamín” siempre deben “estar juntos”, y por eso Iehudá es “garante” de modo de no separarse uno del otro.
El Altar en el sagrado Templo de Jerusalém estaba situado en la porción perteneciente a “Iehudá y Biniamín”.
“Iehudá” representa la acción, el reinado, mientras que “Biniamín” representa la bondad, como su propio nombre lo indica “Ben Iamín”, “hijo de la derecha”.
La “acción”, “Iehudá”, debe siempre estar unida al “lado derecho” de la fe y la bondad, y esta es la manera de erigir un Santuario para El Eterno.
“Iosef”, hermano de Biniamín, representa el apartarse del mal, ya que el se apartó de la mujer malvada que quería seducirlo, pero “Biniamín” no guarda relación con lo negativo, sino que su conducta es siempre hacer el bien de modo que el mal desaparezca automáticamente.
Biniamín fue el único hijo de Iaacov que no se arrodilló delante de Esav, ya que todavía no había nacido, y fue el único hijo de Iaacov que nació en la tierra de Israel, teniendo el mérito de que la presencia divina more en su territorio.
“Iehudá” está unido a “Biniamín” para hacer que la presencia divina resida en el mundo. Dicha presencia divina, no mora solo al apartarse del mal, sino que principalmente mora cuando la acción va acompañada de la luz de la bondad, de modo de que la oscuridad se disipe por si misma.
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