“Enséñanos, pues, a contar nuestros días, para que podamos contraer un corazón sabio” (Salmo 90)
La persona tiene que aprender a “contar sus días” de modo de “contraer un corazón sabio”.
Tiene que aprender a utilizar sus pocos y cortos años de vida aprendiendo a extraer enseñanza para poder acceder a la vida eterna.
Hoy en día hay un sistema de pérdida de tiempo, que ayuda a la persona a no pensar, malgastando los pocos años de vida que El Eterno le concede a la persona.
En lugar de aprender y saber como acceder a la felicidad verdadera y eterna, la persona malgasta su vida en banalidades que no lo conducen a nada bueno, volviéndolo más ocioso y más vicioso.
La persona tiene que aprender a “contar sus días” de modo de “contraer un corazón sabio”.
Tiene que aprender a utilizar sus pocos y cortos años de vida aprendiendo a extraer enseñanza para poder acceder a la vida eterna.
Hoy en día hay un sistema de pérdida de tiempo, que ayuda a la persona a no pensar, malgastando los pocos años de vida que El Eterno le concede a la persona.
En lugar de aprender y saber como acceder a la felicidad verdadera y eterna, la persona malgasta su vida en banalidades que no lo conducen a nada bueno, volviéndolo más ocioso y más vicioso.
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