“Cuando la joven tenía su turno para venir ante el rey Ajashverosh, después de haber recibido tratamientos de belleza por doce meses, porque esa era la duración de los tratamientos; seis meses con aceite de mirro y seis meses con perfumes y cosméticos de mujeres”. (Ester 2, 12)
A la salida de una audiencia privada con el Alter Rebe, le dijo una persona a su compañero, que estaba esperando para entrar en audiencia, lo que le Rebe le acababa de decir:
El “tratamiento” para poder entrar al “rey” dura “doce meses”. Al principio se debe meditar sobre los defectos de uno, “aceite de mirro” (mirro, viene de la palabra “mar”, que significa “amargo”).
Luego de meditar en las deficiencias de uno, luego del corazón quebrantado por el alejamiento de la verdad, se debe meditar en la grandeza del Eterno, “perfumes aromáticos”, apreciando la luz que se deja entrever entre las rendijas del “corazón roto”.
Dicho jasid que aguardaba su turno para entrar al despacho del Rebe, no entró a la audiencia privada, esperando un año para “prepararse para ver al rey”.
A la salida de una audiencia privada con el Alter Rebe, le dijo una persona a su compañero, que estaba esperando para entrar en audiencia, lo que le Rebe le acababa de decir:
El “tratamiento” para poder entrar al “rey” dura “doce meses”. Al principio se debe meditar sobre los defectos de uno, “aceite de mirro” (mirro, viene de la palabra “mar”, que significa “amargo”).
Luego de meditar en las deficiencias de uno, luego del corazón quebrantado por el alejamiento de la verdad, se debe meditar en la grandeza del Eterno, “perfumes aromáticos”, apreciando la luz que se deja entrever entre las rendijas del “corazón roto”.
Dicho jasid que aguardaba su turno para entrar al despacho del Rebe, no entró a la audiencia privada, esperando un año para “prepararse para ver al rey”.
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