20 Dijo Dios: Que las aguas proliferen seres vivos y que aves vuelen sobre la tierra a través de la extensión del firmamento del cielo (Bereshit 1)
Explica el Rebe: De las “aguas” y la "tierra” fueron creados las aves. Las “aves” aluden al intelecto, ya que el mismo tiene la capacidad de “volar” haciendo que la persona se “despegue de la tierra”.
No es así en caso de los animales que fueron creados solo de la “tierra”, aludiendo a la parte netamente corporal del ser humano que tiende siempre a ir hacía abajo, detrás de los deseos y pasiones corporales.
Otro tercer tipo de seres son los peces que fueron creados solo de las aguas, aludiendo al alma divina que solo quiere estar conectada con su fuente de vida, al Eterno, como los peces que al salir del agua perecen.
Resulta de esto que la persona posee un alma animal, que solo desea cosas mundanas. Un alma intelectual, con capacidad de abstracción, siguiendo vinculada con la tierra, y es por eso que las aves descienden a la tierra para descansar. Y el alma divina, que solo desea su contacto con su fuente de vida, con Dios.
Por eso a los animales se los debe faenar ritualmente, Shejitá, para despojarlos de su neta materialidad, sacándole su “sangre” y motor de vida, para que el hombre pueda introducir sus propiedades dentro suyo, sin problemas.
Sobre las aves hay una hipótesis en el Talmud que dice que no necesita “Shejitá”. A pesar que la ley estipula que si necesita Shejita, de todos modos la hipótesis es válida para demostrar su carácter de mayor refinación.
Los peces no necesitan Shejitá, ya que son completamente refinados, pero se los debe atrapar para su consumo, aludiendo a que la persona tiene que saber concentrarse para que el alma divina pueda desarrollarse dentro de él.
Explica el Rebe: De las “aguas” y la "tierra” fueron creados las aves. Las “aves” aluden al intelecto, ya que el mismo tiene la capacidad de “volar” haciendo que la persona se “despegue de la tierra”.
No es así en caso de los animales que fueron creados solo de la “tierra”, aludiendo a la parte netamente corporal del ser humano que tiende siempre a ir hacía abajo, detrás de los deseos y pasiones corporales.
Otro tercer tipo de seres son los peces que fueron creados solo de las aguas, aludiendo al alma divina que solo quiere estar conectada con su fuente de vida, al Eterno, como los peces que al salir del agua perecen.
Resulta de esto que la persona posee un alma animal, que solo desea cosas mundanas. Un alma intelectual, con capacidad de abstracción, siguiendo vinculada con la tierra, y es por eso que las aves descienden a la tierra para descansar. Y el alma divina, que solo desea su contacto con su fuente de vida, con Dios.
Por eso a los animales se los debe faenar ritualmente, Shejitá, para despojarlos de su neta materialidad, sacándole su “sangre” y motor de vida, para que el hombre pueda introducir sus propiedades dentro suyo, sin problemas.
Sobre las aves hay una hipótesis en el Talmud que dice que no necesita “Shejitá”. A pesar que la ley estipula que si necesita Shejita, de todos modos la hipótesis es válida para demostrar su carácter de mayor refinación.
Los peces no necesitan Shejitá, ya que son completamente refinados, pero se los debe atrapar para su consumo, aludiendo a que la persona tiene que saber concentrarse para que el alma divina pueda desarrollarse dentro de él.
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