22 Y cuando Me hagáis un altar de piedras, no las labraréis, pues habréis alzado vuestra espada sobre él, profanándolo. (Itró 20)
Explica la Kabala: El “Altar” guarda relación con el contacto de la persona con Dios, en aras de aproximarse cada vez más.
Dicha “Altar” no puede estar “labrado con piedras”: Las “piedras” son las diferentes perturbaciones que suele tener la persona en su vida. Dichas “piedras” se tiene que resumir en una solo “piedra”, la falta de fe.
Es decir que en el momento de la plegaria se debe llegar a la conclusión que todas las piedras, son en definitiva “una sola gran piedra”, que dificulta y obstruye el paso del flujo de bendición divina.
Cuando se “alza espada” en aras de “labrarlo” y seccionarlo, la persona se está “profanando”, ya que no entiende que en realidad es tan solo “una piedra” la que se debe sacar del camino en aras de acercarse al Eterno.
Explica la Kabala: El “Altar” guarda relación con el contacto de la persona con Dios, en aras de aproximarse cada vez más.
Dicha “Altar” no puede estar “labrado con piedras”: Las “piedras” son las diferentes perturbaciones que suele tener la persona en su vida. Dichas “piedras” se tiene que resumir en una solo “piedra”, la falta de fe.
Es decir que en el momento de la plegaria se debe llegar a la conclusión que todas las piedras, son en definitiva “una sola gran piedra”, que dificulta y obstruye el paso del flujo de bendición divina.
Cuando se “alza espada” en aras de “labrarlo” y seccionarlo, la persona se está “profanando”, ya que no entiende que en realidad es tan solo “una piedra” la que se debe sacar del camino en aras de acercarse al Eterno.
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