17 Los ojos de Lea eran delicados, mientras que Rajel era de hermosa forma y bella apariencia. (Vaietzé 29)
Explican los Sabios que los ojos de Lea eran delicados de tanto llorar, mientras que Rajel era realmente hermosa.
Los Sabios dicen que “Lea” representa al penitente que llora por sus pecados, queriendo ser perdonado por El Eterno, mientras que Rajel representa al Tzadik, quien está lejos del pecado.
Los hijos de Rajel, Iosef y Biniamín, eran realmente grandes Tzadikim, quienes estaban lejos de toda trasgresión.
Iosef a pesar de que fue seducido en Egipto al pecado, no sucumbió, y Biniamín fue el único de los hijos de Iaacov que no se arrodilló ante Esav, teniendo, a raíz de esto, el mérito de que el sagrado Templo estuviera erigido en su territorio.
Pero los hijos de Lea, estuvieron involucrado con el episodio de Iosef, queriendo terminar con él, tirándolo a un pozo lleno de peligros.
Por eso el Mashiaj, la salvación, viene justamente de “Lea”, de la tribu de Iehudá, ya que el penitente con su arrepentimiento llega a niveles más elevados que incluso el que nunca pecó.
Iosef y Biniamín, hijos de Rajel, son los Tzadikim que muestran el camino, y los hijos de Lea, son los penitentes quienes traerán al Mashiaj con su Teshuvá.
Explican los Sabios que los ojos de Lea eran delicados de tanto llorar, mientras que Rajel era realmente hermosa.
Los Sabios dicen que “Lea” representa al penitente que llora por sus pecados, queriendo ser perdonado por El Eterno, mientras que Rajel representa al Tzadik, quien está lejos del pecado.
Los hijos de Rajel, Iosef y Biniamín, eran realmente grandes Tzadikim, quienes estaban lejos de toda trasgresión.
Iosef a pesar de que fue seducido en Egipto al pecado, no sucumbió, y Biniamín fue el único de los hijos de Iaacov que no se arrodilló ante Esav, teniendo, a raíz de esto, el mérito de que el sagrado Templo estuviera erigido en su territorio.
Pero los hijos de Lea, estuvieron involucrado con el episodio de Iosef, queriendo terminar con él, tirándolo a un pozo lleno de peligros.
Por eso el Mashiaj, la salvación, viene justamente de “Lea”, de la tribu de Iehudá, ya que el penitente con su arrepentimiento llega a niveles más elevados que incluso el que nunca pecó.
Iosef y Biniamín, hijos de Rajel, son los Tzadikim que muestran el camino, y los hijos de Lea, son los penitentes quienes traerán al Mashiaj con su Teshuvá.
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