12 Y dijo: No extiendas tu mano contra el joven ni le hagas nada, pues ahora sé que eres un hombre temeroso de Dios, pues no Me has negado a tu hijo, a tu único hijo (Vaierá 22)
Explican los Sabios: Abraham fue “coronado” por El Eterno con el calificativo de “temeroso de Dios”, cuando estuvo dispuesto a entregarle al Eterno su único hijo.
Si realmente un hijo esta dispuesto a entregarse al Eterno, sin dudas el mérito es de los padres.
La principal prueba de Abraham fue en relación a sus hijos, su descendencia, y así dice claramente la Torá: 19 Pues lo he amado, porque él ordena a sus hijos y a su familia que sigan el camino de El Eterno, haciendo caridad y justicia (Vaierá 18)
El Eterno eligió a Abraham debido a que el tuvo la capacidad de mostrarle el “camino del Eterno”, de manera que ellos, los hijos, estén gustosos en seguirlo, pese a toda dificultad.
Hoy en día se prioriza el bienestar económico a la educación de los hijos, malgastando la persona sus días en cosas materiales, mientras que se descuida la educación de los hijos.
Pero la verdadera satisfacción es ver a los hijos por el buen camino, y para eso hace falta mucha dedicación.
Un cierto maestro dijo: Cuando los alumnos se portan mal en clase, el castigo debe ser para los padres y no para los hijos.
Explican los Sabios: Abraham fue “coronado” por El Eterno con el calificativo de “temeroso de Dios”, cuando estuvo dispuesto a entregarle al Eterno su único hijo.
Si realmente un hijo esta dispuesto a entregarse al Eterno, sin dudas el mérito es de los padres.
La principal prueba de Abraham fue en relación a sus hijos, su descendencia, y así dice claramente la Torá: 19 Pues lo he amado, porque él ordena a sus hijos y a su familia que sigan el camino de El Eterno, haciendo caridad y justicia (Vaierá 18)
El Eterno eligió a Abraham debido a que el tuvo la capacidad de mostrarle el “camino del Eterno”, de manera que ellos, los hijos, estén gustosos en seguirlo, pese a toda dificultad.
Hoy en día se prioriza el bienestar económico a la educación de los hijos, malgastando la persona sus días en cosas materiales, mientras que se descuida la educación de los hijos.
Pero la verdadera satisfacción es ver a los hijos por el buen camino, y para eso hace falta mucha dedicación.
Un cierto maestro dijo: Cuando los alumnos se portan mal en clase, el castigo debe ser para los padres y no para los hijos.
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