“¿Porque te vanaglorias con el mal, poderoso guerrero? La benevolencia de Dios es todo el día” (Salmo 52, 3)
Explican los Sabios: Cuando se ve que el mal prolifera en el mundo, no solo que uno no debe estar del lado de los que se “vanaglorian con el mal”, sino que uno ni siquiera se tiene que alarmar, sino que se debe aumentar en “la benevolencia de Dios…”
El “mal” trae rigor y juicio al mundo, siendo dicho rigor disipado por el “bien”, y es por eso que al escuchar que los malvados pululan libremente, se debe tomar fuerzas para incrementar en bien, de modo de ser los causantes de distender los conductos de bendición en el mundo.
Explican los Sabios: Cuando se ve que el mal prolifera en el mundo, no solo que uno no debe estar del lado de los que se “vanaglorian con el mal”, sino que uno ni siquiera se tiene que alarmar, sino que se debe aumentar en “la benevolencia de Dios…”
El “mal” trae rigor y juicio al mundo, siendo dicho rigor disipado por el “bien”, y es por eso que al escuchar que los malvados pululan libremente, se debe tomar fuerzas para incrementar en bien, de modo de ser los causantes de distender los conductos de bendición en el mundo.
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