YUGO DE HIERRO SOBRE EL CUELLO

47 porque no serviste a El Eterno, tu Dios, con alegría y con bondad de corazón, cuando todo era abundante. 48 Por eso servirás a tus enemigos a los que El Eterno enviará en contra de ti, con hambre y con sed, con desnudez y sin nada; y él pondrá un yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te destruya (Ki Tavó 28)

Explican los Sabios que “un yugo de hierro sobre tu cuello”, hace referencia a los pensamientos perturbadores que terminan “destruyendo” a la persona.

Dichos pensamientos perturbadores, el “yugo de hierro” insoportable sobre el cuello, es originado por los pecados de la persona, trayéndole inseguridad, hasta hacer perder a la persona completamente.

Dichas perturbaciones sacan a la persona la “alegría y la bondad”, amargándola hasta destruirla.

Pero si se es conciente de que El Eterno cuida y supervisa a la persona, particularmente a los que siguen Su voluntad, entendería que no hay lugar a la preocupación, al “yugo de hierro sobre el cuello” que paraliza a la persona, no temiendo a nada ni a nadie, fuera del Creador.

Cuando la persona se ampara en El Eterno, se saca de sobre ella misma el “yugo” destructivo, haciéndose libre realmente.