“La verdad brota de la tierra, y la justicia mira desde los cielos” (Salmo 85,11)
Es conocido el Midrash que dice que al principio de la creación El Eterno se asesoró con los ángeles si crear el hombre o no. Los ángeles le recomendaron al Eterno que no lo cree, ya que al tener una parte animal, estará lleno de egoísmo, trayendo dicho egoísmo, peleas, altercados y disturbios. El Eterno tomó está “verdad” de los ángeles, y la arrojó a la tierra, como está escrito: “y echó por tierra la verdad” (Daniel 8, 12), y creó al hombre.
La Kabala explica que el objetivo es encontrar la “verdad” en la “tierra”, que oculta a la divinidad, y por tal motivo arrojó a la “verdad a la tierra”, para que el hombre la levante.
Los ángeles no soportan la mentira, y por eso no comulgaban con la idea de la creación del hombre, pero El Eterno pretende que la “verdad brote, justamente, de la tierra”.
El hombre está lleno de desafíos y son justamente los desafíos, los que hacen que cada vez sea mejor persona, cosa que los ángeles no pueden acceder, ya que al ser netamente celestiales, no pueden tolerar algo antagónico a su esencia.
Pero el hombre, a pesar de sus debilidades, tiene siempre la opción de encontrar la verdad en la tierra, para que “brote” de la misma, para ser “levantada” de la tierra.
Es conocido el Midrash que dice que al principio de la creación El Eterno se asesoró con los ángeles si crear el hombre o no. Los ángeles le recomendaron al Eterno que no lo cree, ya que al tener una parte animal, estará lleno de egoísmo, trayendo dicho egoísmo, peleas, altercados y disturbios. El Eterno tomó está “verdad” de los ángeles, y la arrojó a la tierra, como está escrito: “y echó por tierra la verdad” (Daniel 8, 12), y creó al hombre.
La Kabala explica que el objetivo es encontrar la “verdad” en la “tierra”, que oculta a la divinidad, y por tal motivo arrojó a la “verdad a la tierra”, para que el hombre la levante.
Los ángeles no soportan la mentira, y por eso no comulgaban con la idea de la creación del hombre, pero El Eterno pretende que la “verdad brote, justamente, de la tierra”.
El hombre está lleno de desafíos y son justamente los desafíos, los que hacen que cada vez sea mejor persona, cosa que los ángeles no pueden acceder, ya que al ser netamente celestiales, no pueden tolerar algo antagónico a su esencia.
Pero el hombre, a pesar de sus debilidades, tiene siempre la opción de encontrar la verdad en la tierra, para que “brote” de la misma, para ser “levantada” de la tierra.
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