17…y ocultaré Mi rostro de ellos aquel día y ellos serán presa de sus enemigos, y les acosarán muchos males y aflicciones. Ese día dirá: ¿Acaso no es porque mi Dios no está conmigo que me acontecen estos males? (Vaielej 31)
Explican los Sabios que todos los “males y aflicciones” que puede llegar a tener la persona es debido a que “Dios no está con la persona”.
Esto provoca que El Eterno “oculte Su rostro”, y como consecuencia la persona se sienta confundida, siendo “presa de los enemigos…”.
Iaacov dijo: 16 Iaacov se despertó de su sueño y dijo: Ciertamente El Eterno está presente en este lugar (Vaietzé 28)
Explican los Sabios que el lugar que se encontraba Iaacov era el lugar que en el futuro se iba a erigir el Gran Templo de Jerusalém. Es decir que el “Gran Templo”, “Jerusalém”, la santidad, se encuentra cuando hay veracidad de la presencia divina, “Ciertamente El Eterno está presente en este lugar”.
Dice la Torá: 7 Llamó al lugar Masá Umeribá, debido a la disputa de los Hijos de Israel y debido a que probaron a El Eterno, diciendo: ¿El Eterno está entre nosotros, o no? 8 Vino Amalek y se enfrentó a Israel en Refidim. (Beshalaj 17)
Explican los Sabios: Cuando se duda del Eterno, “¿El Eterno está entre nosotros, o no?”, aparece acto seguido Amalek, queriendo destruir a Israel, “Vino Amalek y se enfrentó a Israel”.
Moshé les dijo a los espías que envió a la tierra de Israel: 20 ¿y cómo es la tierra, es fértil o es estéril?, ¿tiene árbol o no? (Shelaj 13)
Explica la Kabala: Moshé les encomienda divisar el “árbol de la vida”, les encomienda ir a “encontrar el árbol de la vida”, la presencia divina, pero los espías le traen “uvas” que como es sabido, la uva era el fruto prohibido en el Edén.
Por eso trastocaron la misión, ya que no habían encontrado el “árbol de la vida”, la presencia divina en cada cosa, encontrando el fruto prohibido, el origen de los males, la ausencia del Eterno en cada cosa, el “no”, “¿tiene árbol o “no”?”
Explican los Sabios que todos los “males y aflicciones” que puede llegar a tener la persona es debido a que “Dios no está con la persona”.
Esto provoca que El Eterno “oculte Su rostro”, y como consecuencia la persona se sienta confundida, siendo “presa de los enemigos…”.
Iaacov dijo: 16 Iaacov se despertó de su sueño y dijo: Ciertamente El Eterno está presente en este lugar (Vaietzé 28)
Explican los Sabios que el lugar que se encontraba Iaacov era el lugar que en el futuro se iba a erigir el Gran Templo de Jerusalém. Es decir que el “Gran Templo”, “Jerusalém”, la santidad, se encuentra cuando hay veracidad de la presencia divina, “Ciertamente El Eterno está presente en este lugar”.
Dice la Torá: 7 Llamó al lugar Masá Umeribá, debido a la disputa de los Hijos de Israel y debido a que probaron a El Eterno, diciendo: ¿El Eterno está entre nosotros, o no? 8 Vino Amalek y se enfrentó a Israel en Refidim. (Beshalaj 17)
Explican los Sabios: Cuando se duda del Eterno, “¿El Eterno está entre nosotros, o no?”, aparece acto seguido Amalek, queriendo destruir a Israel, “Vino Amalek y se enfrentó a Israel”.
Moshé les dijo a los espías que envió a la tierra de Israel: 20 ¿y cómo es la tierra, es fértil o es estéril?, ¿tiene árbol o no? (Shelaj 13)
Explica la Kabala: Moshé les encomienda divisar el “árbol de la vida”, les encomienda ir a “encontrar el árbol de la vida”, la presencia divina, pero los espías le traen “uvas” que como es sabido, la uva era el fruto prohibido en el Edén.
Por eso trastocaron la misión, ya que no habían encontrado el “árbol de la vida”, la presencia divina en cada cosa, encontrando el fruto prohibido, el origen de los males, la ausencia del Eterno en cada cosa, el “no”, “¿tiene árbol o “no”?”
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