13 Salarás todas tus ofrendas vegetales con sal; no podrás omitir la sal del pacto de tu Dios de tu ofrenda vegetal; en todas tus ofrendas vegetales ofrecerás sal. (Vaikrá 2)
Explica la Kabala: La “sal” pertenece al reino mineral e inerte. Las ofrendas representan el acercamiento al Eterno, y lo que la Torá quiere enseñar es que todo acercamiento debe ser con “sal”, con sumisión, como lo mineral que no tiene voluntad propia, sin perder nunca de vista el objetivo.
La persona puede acercarse al Eterno a través de su emoción, y esto es loable, pero nunca debe perder el nivel de subordinación a las normas estipuladas en la Torá.
La “sal” tiene la particularidad de extraer la sangre de la carne. También la “sal” le da gusto a los alimentos.
Del mismo modo, la “sal”, la sumisión a los dictamines divinos, produce que la persona paulatinamente vaya sacando su “sangre”, la pasión por lo material, encontrando “gusto” al servicio divino.
Explica la Kabala: La “sal” pertenece al reino mineral e inerte. Las ofrendas representan el acercamiento al Eterno, y lo que la Torá quiere enseñar es que todo acercamiento debe ser con “sal”, con sumisión, como lo mineral que no tiene voluntad propia, sin perder nunca de vista el objetivo.
La persona puede acercarse al Eterno a través de su emoción, y esto es loable, pero nunca debe perder el nivel de subordinación a las normas estipuladas en la Torá.
La “sal” tiene la particularidad de extraer la sangre de la carne. También la “sal” le da gusto a los alimentos.
Del mismo modo, la “sal”, la sumisión a los dictamines divinos, produce que la persona paulatinamente vaya sacando su “sangre”, la pasión por lo material, encontrando “gusto” al servicio divino.
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