29 Cuando toda la asamblea vio que Aarón había perecido, lloraron a Aarón durante treinta días, toda la Casa de Israel. 1 El rey cananeo de Arad, que habitaba en el sur, oyó que Israel había venido por la ruta de los espías y luchó contra Israel y tomó un cautivo. 2 Israel le hizo un voto a El Eterno y dijo: Si Él entregare a este pueblo en mis manos, yo consagraré sus ciudades. 3 El Eterno oyó la voz de Israel y entregó al cananeo (Jukat 20 y 21)
Explican los Sabios que no es casualidad que el fallecimiento de Aarón aparezca en la Torá junto a la victoria del pueblo sobre el reino Cananeo.
El pueblo “lloró” el deceso de Aarón, realmente el pueblo sintió su falta, y cuando el pueblo valora a sus verdaderos líderes, siguiendo por el camino que ellos trazaron, entonces no es casualidad que puede librar cualquier batalla, siempre saliendo victorioso.
“El Eterno oyó la voz de Israel”, la voz amarga por la carencia del Tzadik, y por eso “entregó al cananeo”, ya que el pueblo sabe que su camino para tener éxito en la vida es aferrarse cada vez más a la Torá.
Explican los Sabios que no es casualidad que el fallecimiento de Aarón aparezca en la Torá junto a la victoria del pueblo sobre el reino Cananeo.
El pueblo “lloró” el deceso de Aarón, realmente el pueblo sintió su falta, y cuando el pueblo valora a sus verdaderos líderes, siguiendo por el camino que ellos trazaron, entonces no es casualidad que puede librar cualquier batalla, siempre saliendo victorioso.
“El Eterno oyó la voz de Israel”, la voz amarga por la carencia del Tzadik, y por eso “entregó al cananeo”, ya que el pueblo sabe que su camino para tener éxito en la vida es aferrarse cada vez más a la Torá.
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