5 La corrupción no es Suya, la tacha es de Sus hijos, generación perversa y torcida. (Haazinu 32)
Explican los Sabios: Si la persona advierte que está viviendo en una “generación perversa y pervertida”, de nada sirve culpar al Creador, ya que la “corrupción no es Suya”.
Sino que uno debe como primera medida identificar la corrupción en su interior, para luego influenciar positivamente en el entorno.
Del mismo modo, cuando encuentra “tacha en los hijos” de uno, debe saber que la “corrupción” comienza en el interior de uno, y se proyecta hacia el exterior.
Dicen los Sabios que dicho versículo es leído en la Torá cercano al día de Iom Kipur, en donde la persona toma conciencia de sus errores para subsanarlos, y cambiar el mundo positivamente desde adentro hacia afuera.
Explican los Sabios: Si la persona advierte que está viviendo en una “generación perversa y pervertida”, de nada sirve culpar al Creador, ya que la “corrupción no es Suya”.
Sino que uno debe como primera medida identificar la corrupción en su interior, para luego influenciar positivamente en el entorno.
Del mismo modo, cuando encuentra “tacha en los hijos” de uno, debe saber que la “corrupción” comienza en el interior de uno, y se proyecta hacia el exterior.
Dicen los Sabios que dicho versículo es leído en la Torá cercano al día de Iom Kipur, en donde la persona toma conciencia de sus errores para subsanarlos, y cambiar el mundo positivamente desde adentro hacia afuera.
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