“Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan al Eterno, no tendrán falta de ningún bien”. (Salmo 34, 10)
Explican los Sabios: “Leoncillos” se dice en hebreo “Kefirim”. Dicha palabra se la puede relacionar con “Kofer” que significa “renegado”.
Es decir que los “renegados” siempre están con faltantes y en necesidad, nunca le es suficiente.
Pero los que se esmeran en buscar al Eterno no les “falta el bien”, ya que para ellos todo lo que Hashem manda es “bueno”, contentándose cada uno con sus parte.
Los leoncillos al igual que los “Kofrim”, gente sin fe, cada vez quieren más, y de ahí su frustración, pero las personas de fe viven con alegría, llenando su vida con contenido, sin necesidades.
Explican los Sabios: “Leoncillos” se dice en hebreo “Kefirim”. Dicha palabra se la puede relacionar con “Kofer” que significa “renegado”.
Es decir que los “renegados” siempre están con faltantes y en necesidad, nunca le es suficiente.
Pero los que se esmeran en buscar al Eterno no les “falta el bien”, ya que para ellos todo lo que Hashem manda es “bueno”, contentándose cada uno con sus parte.
Los leoncillos al igual que los “Kofrim”, gente sin fe, cada vez quieren más, y de ahí su frustración, pero las personas de fe viven con alegría, llenando su vida con contenido, sin necesidades.
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