39… y recordéis todos los preceptos de El Eterno y los realicéis; y no exploréis tras vuestros corazones y vuestros ojos, tras los cuales os descarriáis. (Shelaj 15)
Los “Preceptos” tienden a refinar a la persona, trayendo beneficios a ella y al entorno.
Pero cuando la persona desvía su corazón y sus ojos, comienza a solo pensar en anhelos egoístas de satisfacción personal, apartándose del buen camino.
La verdadera satisfacción es entrar en armonía con el entorno, y esto se logra cuando uno se centra en el objetivo.
Cuando uno se centra en los deseos esta siendo receptor del mundo, pero se pretende que la persona influencie positivamente en el mundo.
Los “Preceptos” tienden a refinar a la persona, trayendo beneficios a ella y al entorno.
Pero cuando la persona desvía su corazón y sus ojos, comienza a solo pensar en anhelos egoístas de satisfacción personal, apartándose del buen camino.
La verdadera satisfacción es entrar en armonía con el entorno, y esto se logra cuando uno se centra en el objetivo.
Cuando uno se centra en los deseos esta siendo receptor del mundo, pero se pretende que la persona influencie positivamente en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario