9 Dijo Dios: Que las aguas debajo del cielo se reúnan en un área, y que aparezca la tierra seca. Y así fue. 10 Dios llamó a la tierra seca «Tierra», y a la reunión de aguas la llamó «Mares». Y Dios vio que era “bueno”. … 12 Y la tierra produjo vegetación…Y Dios vio que era “bueno”. 13 Y fue de tarde, y fue de mañana, el tercer día. (Bereshit 1)
Explican los Sabios que en el tercer día de la creación, fue el único día en donde se menciona en dos oportunidades la palabra “bueno”. Los Sabios interpretan que el número “tres” se relaciona con “dos bondades”, una para con Dios y otra para con el prójimo.
El “uno” habla de individualismo, el “dos” de diferencias, pero el “tres” habla de unión más allá de toda división, habla de entendimiento.
Pero, ¿Cómo se llega a estar “bien” con El Eterno y “bien” con el prójimo en el mismo momento?
Cuando se estudia Torá se considera que uno está “bien” con El Eterno, pero cuando estudia Torá teniendo en mente ayudar a esclarecer el camino a alguien que no tuvo la dicha por el momento de comprender, entonces se considera que estudia Torá no solo por el “bien” al Eterno, sino también por el “bien” al prójimo.
De igual modo, cuando se ayuda al prójimo se está haciendo “bien” a los demás, pero cuando se ayuda de manera que uno es conciente de que El Eterno observa su accionar, exigiendo que la persona se comporte según su potencial, no solo que se está ayudando a los demás, sino que se está actuando “bien” con El Eterno.
Por eso, el “tres” es un bien superior, ya que no solo une meramente el cielo con la tierra, sino que genera un enlace indivisible de bien común en todas sus facetas.
Explican los Sabios que en el tercer día de la creación, fue el único día en donde se menciona en dos oportunidades la palabra “bueno”. Los Sabios interpretan que el número “tres” se relaciona con “dos bondades”, una para con Dios y otra para con el prójimo.
El “uno” habla de individualismo, el “dos” de diferencias, pero el “tres” habla de unión más allá de toda división, habla de entendimiento.
Pero, ¿Cómo se llega a estar “bien” con El Eterno y “bien” con el prójimo en el mismo momento?
Cuando se estudia Torá se considera que uno está “bien” con El Eterno, pero cuando estudia Torá teniendo en mente ayudar a esclarecer el camino a alguien que no tuvo la dicha por el momento de comprender, entonces se considera que estudia Torá no solo por el “bien” al Eterno, sino también por el “bien” al prójimo.
De igual modo, cuando se ayuda al prójimo se está haciendo “bien” a los demás, pero cuando se ayuda de manera que uno es conciente de que El Eterno observa su accionar, exigiendo que la persona se comporte según su potencial, no solo que se está ayudando a los demás, sino que se está actuando “bien” con El Eterno.
Por eso, el “tres” es un bien superior, ya que no solo une meramente el cielo con la tierra, sino que genera un enlace indivisible de bien común en todas sus facetas.
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