“La luz de
los ojos alegra el corazón, Y la buena nueva conforta los huesos”. (Proverbios
15, 30)
Explican
los Sabios: A pesar que la Torá fue recibida con temor y reverencia, de todos
modos en esencia el día de Shavuot, el día de la entrega de la Torá, es un día
de suma alegría, ya que no hay una alegría más grande que cuando se aclaran las
dudas, y los dictámenes de la Torá iluminan los ojos de la persona para ir por
el buen camino.
Desde
luego que la Torá debe ser cumplida con respeto y sumisión, tal como fue en el
momento de ser entregada, pero siempre se debe tener la sensación de alegría
por el inmenso privilegio concedido por el Creador de dar a su pueblo “luz para
sus ojos”.
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