2 Balak, hijo de Tzipor,
vio todo lo que Israel le había hecho al amorreo. (Balak 22)
Explican los Sabios: Balak,
rey malvado, justamente “vio” el éxito ajeno, y a raíz de esto quiso agredir a
la santa nación.
El perverso no puede soportar
el bien del prójimo, al punto de querer destruirlo.
En contraposición, la misma
sección de “Balak” relata el “mirar” de Pinjas, un Tzadik que luchó por la
honra del Creador: 7 Pinjas, hijo de Elazar, hijo de Aarón el Sacerdote,
vio y se paró en medio de la asamblea, y tomó una lanza en la mano. (Balak 25)
Pinjas “vio” el mal proceder
de uno de sus hermanos, y actuó en aras de la paz del pueblo, frenando un gran
castigo. Pinjas tuvo la virtud de “ver” lo bueno.
Los Sabios explican que Bilam
al no poder maldecir al pueblo de Israel, evocó el pecado del becerro de oro,
los defectos del pueblo, pero sin ningún efecto.
Se puede “ver” lo malo, y ser
como “Balak, Bilam”, o se puede “ver” lo bueno y traer salvación y redención.
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