34 Pues ¿cómo puedo ir a
mi padre si el joven no está conmigo? Para que no vea el mal que recaerá sobre
mi padre (Vaigash 44)
Explican los Sabios: La
persona tendrá que presentarse delante de su “Padre” celestial, debiendo rendir
cuenta de sus años mozos, “Pues ¿cómo puedo ir a mi padre si “el joven” no está
conmigo?”.
Los años de la juventud son
generalmente desperdiciados por la persona, pensando que más adelante habrá
tiempo de dedicarme al bien verdadero, pero es un error, ya que lo que uno
aprende y se acostumbra de joven le servirá para toda la vida, no siendo así
cuando uno comienza de grande que todo cuesta más.
Dicen los Sabios que Iosef
Hatzadik tuvo el mérito de haber sido agraciado con sabiduría, riqueza y poder,
debido a la superación ante las pruebas que tuvo que soportar justamente en su
juventud, como por ejemplo el episodio con la esposa del ministro del Faraón,
etc.
Iosef se dio a conocer a sus hermanos, liberando a
Biniamín, el hermano más pequeño, para que también el hermano menor no quede presa
de “Egipto”, pudiendo también el
superarse, volviendo a su “Padre”.
Cuentan los Sabios que
mientras Iosef aprovechó su juventud, llegando a la grandeza, sus hermanos, las
tribus de Israel, tuvieron muchas dificultades a causa de no haber aprovechado
su juventud. El haber arrojado el nivel de “Iosef” al pozo, provocó en ellos un
gran descenso espiritual con sufrimientos.
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