DISTENDIENDO CONDUCTOS CELESTIALES

Decimos en la Tefilá de la mañana "Hashem envía su palabra a la tierra, rápidamente correrá su palabra". De esto aprenden nuestros maestros místicos que en principio Hashem decide cuánta brajá recibirá la persona desde el principio de año hasta su final pero como la fuente de bendición se encuentra en los planos espirituales, tiene dificultades al bajar a este mundo debido a que en el cielo hay ángeles acusadores que pueden interferir en el descenso de la bendición, debido a nuestro comportamiento, pero hay cosas que podemos hacer para distender los puentes desde el cielo a la tierra para que "corra" con más facilidad las bondades que Hashem quiere otorgarnos. Estos conductos se abren con los actos de bondad que realizamos.

Este concepto se desprende del episodio que nos cuenta la Torá, en la sección de Koraj, que leímos hace algunas semanas: Hashem ordena a Moshé a traer doce bastones, uno por tribu, y el bastón que florezca dando fruto, esa será la tribu que Hashem haya elegido. Sucedió que el bastón de Aharón floreció y dió frutos, quedando en evidencia que Hashem eligió
a Aharón y su descendencia del resto del pueblo para servir en el santuario.

Aharón, el sacerdote, se caracterizó por su amor a cada persona como dice la Mishná: "Quiénes son los descendiente de Aharón: “Los que aman la paz, persiguen la paz acercando a todos al camino de la Torá".
Aharón fue capaz de que en su mérito, florezca un bastón seco, originado, explican los místicos, por su gran amor hacia todos.

Los Cohanim bendicen al pueblo porque ellos guardan un inmenso cariño por cada uno y este atributo es el necesario para que rápidamente se proyecte nuestra bendición, viendo florecer nuestros días obteniendo frutos.