UNA PLEGARIA CON LLANTO

Moshé envía 12 líderes de las tribus para divisar la tierra de Israel para su posterior ingreso. De esa la misión, sólo dos vuelven con un reporte alentador, mientras que lo otra gran mayoría de emisarios trajeron un mensaje desalentador, concluyendo que sería imposible entrar.

¿A qué se debió semejante miedo?

Ellos al ingresar a Israel vieron gigantes, los espías se veían ante ellos como langosta, e incluso llegaron a escuchar de la boca de ellos que los calificaban de langostas, este pavor los terminó de convencer que no es un lugar para la nación. En definitiva el error fue considerar la opinión de los "gigantes" de la época dejando de lado la opinión divina, es por eso que el miedo a la situación los convenció que no es un lugar habitable para un judío. Conclusión: No te dejes llevar por lo que dicen los demás.

Nuestra matriarca Lea tenía los ojos blandos de tanto llorar. Lloraba porque la gente se mofaba de ella diciendo que se terminaría casando con Esav, el malvado. La costumbre de la época era que la gente se casaba entre primos y además los mayores se casaban con los más grandes y los menores con los más chicos; es decir como ella era la más grande, su destino era casarse con el malvado Esav, mientras que su hermana Rajel se casaría con el mas chico de sus primos, Iakov. Por eso, ella lloraba e imploraba a Hashem que no la maldiga de tal forma.

Entonces: ¿Ella hacía caso a lo que decía la gente o le resbalaba? Según lo que estamos comentando, a ella le importaba la opinión de la gente ¿Cómo se explica esto?

En realidad a una persona no debe importarle lo que dicen los demás de uno, pero al ser que somos de carne y hueso, si nos llegase a afectar el comentario de los demás, debemos implorar al creador no caer en un destino que me aleje de El, bendito Sea.

Lea, empezó a sentir que las burlas de la gente penetraban en ella, fue ahí que comenzó a llorar y en definitiva no cayó en saco roto, casándose en definitiva con Iakov, el Tzadik. El error de los enviados que mando Moshé es dejar que la concepción del mundo se instale en ellos hasta errar su misión.

Es por eso que Kalev, uno de los dos emisarios que salieron airosos en el objetivo, fue a rezar a la tumba de los patriarcas en Jebrón, donde se encuentra reposando también Lea, para tomar fuerzas de ella y no dejar que el miedo penetre en su corazón.

En conclusión: Si ves que el mundo con su concepción materialista se va instalando en vos, reza y pedile a Hashem que te dé fuerzas para no sucumbir.

Una plegaria con llanto