Estando en el mes de la destrucción del templo sagrado de Ierushalaim, sería conveniente indagar en su causa, para entre todos lograr rectificar la destrucción y traer construcción y sanación a nosotros y al mundo entero.
Es sabido que el detonante que originó la destrucción del Beit Hamikdash fue la falta de amor al prójimo.
Podemos tenerlo todo pero si nos falta el Shalom en realidad no tenemos nada, destruyendo nuestros logros.
Nos dice la Torá que Moshé al ver en Egipto dos judíos peleando, tuvo miedo que por este episodio no tengan el mérito de ser redimidos de la esclavitud.
Estas dos personas que se estaban peleando entre sí, años después fueron protagonistas de una rebelión en contra de Moshé y la Torá. Moshé en su inmensa paciencia los manda a llamar y ellos se negaron, fue ahí que el mismo Moshé fue a su encuentro para aclarar la situación.
Moshé podría haberlos excomulgado, o alguna otra cosa, pero el eligió el camino de la paz, se bajo de su trono de líder y salió a hablar con los agitadores tratando por todos los medios de traer concordia.
El Talmud nos cuenta de que en la generación del Rey Ajav en la cual había mucha gente que practicaba idolatría por cuanto que no había delatores salían a la guerra y triunfaban mientras que en la época del Rey David a pesar que se encontraban muchos tzadikim y piadosos por cuanto que había delatores, sufrían numerosas bajas en las guerras.
Nos dice el Zohar que debido a que la base del mundo es el Shalom, todo el que trae discordia desaparece del mundo, ya que el mundo estaba en tinieblas hasta que vino el Shabat, trajo paz y el mundo se solidificó, ya que en el Shabat la persona une y trae paz entre los mundos espirituales y la tierra. Incluso, continúa diciendo, todo el que se aferra en la discordia está batallando en contra del mismísimo Hashem porque el nombre del Santo bendito Sea es Shalom.
Desde luego que llegar a la armonía entre las personas es un camino difícil pero si somos maduros y damos lugar a la opinión de nuestro semejante mirando a los demás con un ojo bondadoso estaremos mas cerca de lograrlo.
Que sea la voluntad de Hashem que por intermedio de promover la paz nos conceda la paz verdadera.
Es sabido que el detonante que originó la destrucción del Beit Hamikdash fue la falta de amor al prójimo.
Podemos tenerlo todo pero si nos falta el Shalom en realidad no tenemos nada, destruyendo nuestros logros.
Nos dice la Torá que Moshé al ver en Egipto dos judíos peleando, tuvo miedo que por este episodio no tengan el mérito de ser redimidos de la esclavitud.
Estas dos personas que se estaban peleando entre sí, años después fueron protagonistas de una rebelión en contra de Moshé y la Torá. Moshé en su inmensa paciencia los manda a llamar y ellos se negaron, fue ahí que el mismo Moshé fue a su encuentro para aclarar la situación.
Moshé podría haberlos excomulgado, o alguna otra cosa, pero el eligió el camino de la paz, se bajo de su trono de líder y salió a hablar con los agitadores tratando por todos los medios de traer concordia.
El Talmud nos cuenta de que en la generación del Rey Ajav en la cual había mucha gente que practicaba idolatría por cuanto que no había delatores salían a la guerra y triunfaban mientras que en la época del Rey David a pesar que se encontraban muchos tzadikim y piadosos por cuanto que había delatores, sufrían numerosas bajas en las guerras.
Nos dice el Zohar que debido a que la base del mundo es el Shalom, todo el que trae discordia desaparece del mundo, ya que el mundo estaba en tinieblas hasta que vino el Shabat, trajo paz y el mundo se solidificó, ya que en el Shabat la persona une y trae paz entre los mundos espirituales y la tierra. Incluso, continúa diciendo, todo el que se aferra en la discordia está batallando en contra del mismísimo Hashem porque el nombre del Santo bendito Sea es Shalom.
Desde luego que llegar a la armonía entre las personas es un camino difícil pero si somos maduros y damos lugar a la opinión de nuestro semejante mirando a los demás con un ojo bondadoso estaremos mas cerca de lograrlo.
Que sea la voluntad de Hashem que por intermedio de promover la paz nos conceda la paz verdadera.
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