
En la sección de Ki Tavó nos dice la Torá: "Entonces te regocijarás, tú con el levita y el forastero que esté en medio de ti, por todo el bien que el Eterno te haya dado a ti y a tu casa." (Deuteronomio 26:11). Disfruta de la vida, junto a tu familia y abriendo la mano a los pobres forasteros, acordándote de quien te manda todo el bien que tenes, dándote éxito en todo lo que emprendas.
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