8” El niño creció y fue destetado. Abraham hizo un "gran" banquete el día en que Itzjak fue destetado” (Vairá 21)
Cuando nació nuestro patriarca Itzjak, y tuvo lugar su circunsición, Abraham su padre hizo una gran fiesta. Sobre la palabra “Gran”, nuestros Sabios nos explican que más allá de la abundante comida que seguramente se habrá servido, estaban invitados los “grandes” personajes de la época. Entre ellos, se hizo presente a tal acontecimiento un gigante llamado Og. Este gigante se mofaba del diminuto recién nacido, Itzjak, y decía: “A este pequeño lo puedo aplastar con un dedo”. Y el final de la historia fue que los descendiente del recién nacido, particularmente Moshe, le dio final a este malvado.
Explican la Kabala: Og, el gigante, representa al materialismo compulsivo, a lo que la gente considera “gigante”. Esta actitud se mofa del pequeño Itzjak, ya que ante los ojos de la gente sin valores la espiritualidad es poca cosa. Pero al final de esta historia Moshé, que representa la Torá, da fin al gigante y a esta distorsionada apreciación de las cosas.
La mentira es grande y se infla como un globo, pero al no tener solidez cae y se deshace ante un poco de verdad.
Cuando nació nuestro patriarca Itzjak, y tuvo lugar su circunsición, Abraham su padre hizo una gran fiesta. Sobre la palabra “Gran”, nuestros Sabios nos explican que más allá de la abundante comida que seguramente se habrá servido, estaban invitados los “grandes” personajes de la época. Entre ellos, se hizo presente a tal acontecimiento un gigante llamado Og. Este gigante se mofaba del diminuto recién nacido, Itzjak, y decía: “A este pequeño lo puedo aplastar con un dedo”. Y el final de la historia fue que los descendiente del recién nacido, particularmente Moshe, le dio final a este malvado.
Explican la Kabala: Og, el gigante, representa al materialismo compulsivo, a lo que la gente considera “gigante”. Esta actitud se mofa del pequeño Itzjak, ya que ante los ojos de la gente sin valores la espiritualidad es poca cosa. Pero al final de esta historia Moshé, que representa la Torá, da fin al gigante y a esta distorsionada apreciación de las cosas.
La mentira es grande y se infla como un globo, pero al no tener solidez cae y se deshace ante un poco de verdad.
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